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Cuatro generaciones entre fogones y cazuelas hacen de nuestro trabajo nuestra propia historia: la cocina, la tradición y el buen hacer.
El buen hacer que ofrecemos desde 1902, año en el que Otzarreta abre sus puertas como sidrería, haciendo las delicias de los caseríos cercanos con sus barricas y tolares.
Después de un tiempo cerrado, reabre sus puertas en 1962 con nuevos aires y bajo la dirección de Eleuterio Guesalaga y Mª Jesús Lopetegui, ante la atenta mirada de la matriarca Catalina Mujika. Hoy en día aún son recordados sus famosos "Txampis" como aperitivo del Domingo.
Pasan los años y llegan nuevos cambios: Eleuterio decide darle un nuevo aire al restaurante y lo transforma en un lugar elegante e imprescindible en la zona, con su famoso "patio" de verano que hizo las delicias de veraneantes y zarautztarras.
Hoy en día, la cuarta generación del restaurante Otzarreta seguimos esforzándonos por aprender para ofrecer lo mejor a nuestros clientes.
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